sábado, 10 de septiembre de 2011

Así



Ni bruta ni devota
arrebatada sí
envuelta en llamas
Opaca entre las nubes
sorda frente al silencio
cada vez más lejana.
Yo soy la obscura,
la insana, la maldita.
La hembra lujuriosa
La que se nutre de tus antojos

viernes, 15 de abril de 2011

De Heridas


Hay heridas que el tiempo
no mitiga
y este dolor que muerde
no perdona;
son mis hombros
murallas de cemento
mi corazón un río
de sangre envenenada.

Qué no midan
tus ojos embusteros
el abismo profundo
de mi pena,
no quiero que me mires
con el alma quebrada
y los ojos marchitos,
verdugo de mis sueños.

Levitación

Me despierto, en tus brazos.
Levito sobre un mar incandescente.

Abrasa esta melancolía
de volátil arena,
que arda con tu presencia
el ángel del olvido

¡Tu nombre! Con la punta
de mi lengua,
pequeño sol nocturno,

Nubes

Un breve instante de fragilidad
construyen estos versos
simples como las nubes
en su apariencia más infantil

tú soplas y desaparecen
con la venia impasible de mis ojos

Diálogo en Verde

“Con un sueño que ignora la distancia
un femenino gesto de ternura
llevo tus manos por senderos desconocidos
donde el alerce besa las estrellas
y el canto del chucao es un disparo
que estalla como un rayo poderoso…”

“Tus pies se vuelven míos en el suelo fluorescente
río, espejo inequívoco de tu alma
el viento disemina aromas inefables
de la cascada que te espera
y las raíces llevan el recuerdo
de quién eres, de quien soy
mientras te digo: somos Tierra
volveremos
al monumento vivo
rodeado de copihues”

(Poema escrito a dos manos, con Felipe Espinoza Villarroel)