jueves, 22 de octubre de 2009

Dialogo Interrumpido

Si yo pudiera hablar
con la sombra
que oscurece mi pensamiento
le diría que aún
soy la niña que danza
con las palomas
no la mujer impura
la innombrable,
la desterrada
hija de Eva

Parabólica



No basta con mirar el vuelo de un ave,

hay que anidar el temple con que agita sus alas
y aventurarse en la claridad de su trino.
Hay que saber que si la bandurria desciende
es porque el tiempo cambiará su ropaje
y que si las gaviotas graznan con fuerza
es porque el mar se ha vuelto generoso.

No basta con sentir el sol cuando amanece
y recoger las cortinas con desprecio
hay que vibrar con la estampida de colores
que entrega cada rayo
y agradecer su abrazo con fervor;
encantarse con hechos tan sencillos
como pararse frente a las sábanas tendidas
mientras juegan y ríen con el sol
y verlas relucir, como las nubes
cuando copulan con el cielo.

Si la luna se asoma detrás del volcán,
no basta con mirarla con el rabillo del ojo,
se debe arrodillar el alma
y abrir la puerta a los sueños
¡Que vuelen! y la colmen de alabanzas,
y así, cuando ella busque la plenitud del lago
que no sienta vergüenza de su preñez.

El chacai, de amarillo deslumbrante,
se mece con el viento diseminando esporas
por sobre los alerces milenarios.
El río va lamiendo las riberas
y el zumbar de la abeja, seductora,
prende el vuelo del pájaro chucao.
Un corazón abierto hace milagros.

La lluvia manifiesta su canto orgullosa
mientras la tierra vierte su fragancia
y no basta con detenerse un minuto,
debemos capturar toda la esencia
que se esparce por el aire.

Somos tan diminutos y precarios
partículas de un mágico universo
que ingenuamente se abre y se despliega
frente el estigma de nuestra simpleza

Alumbramiento

a Rosario Bersabé Montes, mi amiga del otro lado del charco


Serena está la noche,

callado el lago que la espera.

Sobre el volcán un punto,
apenas perceptible, se abre camino
saludando a la estrella del oriente.

De pronto el cielo se ha poblado
de rosas y guirnaldas.

Ha nacido ¡Radiante, majestuosa!
y el lago quiere ser espejo
que por un breve espacio
sublime su hermosura.

Un "Murciégalo" en el Tragaluz

Hay un murciégalo en el tragaluz
que le gusta cantar patas arriba
aclara su garganta con esmero
con sorbos de licor de mantequilla

Despliega sus alitas recortadas
cada vez que saluda a las polillas
mas cuando ve dormir a la princesa
calla y sonríe, y una lagrimita
rueda hasta sus bigotes de bandido.
¡Bandido! roba sueños de la niña
que asustada despierta a media noche
tus pesadas pupilas amarillas
y esa voz de tenor de medio pelo
interrumpen su dulce fantasía.

Ve y cántale tus coplas a las ranas
que ellas son de nocturnas melodías
dormir quiere mi niña entre las nubes
traviesos gatos, flores y una ardilla.

Tu Sonrisa

El sol amaneció triste esta mañana
llevaba su corona desportillada
y un caminar de buey cansado

Tal vez, era presagio de un mal día
o la premonición de una tormenta
pero estabas tan dulce y luminoso
con la sonrisa fresca de tus años
que rompías la oscuridad a pedazos.

Mi pequeño soñador, mi niño amado
sustento de mis días, mi alborada.

Si naciera de nuevo lo haría en ti
trascendiendo sin apuro
como el hado de un hombre
que mira al infinito

Como Polilla a Contra Luz

Si tus palabras
iluminaran,
caminaría por la vida,
como polilla contra luz,
quemándome las alas
con total resignación.

Consecuencias

Tu voz ¿Sabes lo que sucede con tu voz?

Si tan sólo supieras…

Te pienso y de manera inconfensable,
te espero, con los ojos cerrados
y en silencio.

Es lo que puedo decir.

No insistas, no me obligues, no te lo permito
en las confesiones verbales me enredo
y lo sabes mejor que nadie

Son mis manos las que hablan
y mi boca quien me acusa.

No me hagas decir más de la cuenta
que verdad y mentira se sostienen
en un hilo tan frágil
como la ingenua voluntad
que me cose la boca.

Piénsame, ahí no tengo reparos
maldita vanidosa me llamas

Pero ¿qué puedo hacer?

Piénsame, desvísteme y hazme el amor
que mi cuerpo libere la emoción
que siento cada vez que oigo tu voz

Paradoja

Es el gesto,
la mano que se ahueca
la sonrisa que brota cristalina,
el abrazo desnudo, la caricia
los besos incendiarios,
son quienes alimentan el amor.

Si no fuera porque eres indolente
vástago de la roca imperturbable,
un frío de carámbanos
no se apoderaría de mis huesos.

Mea Culpa

Tan sólo deseaba
que una palabra tuya
se posara en mis hombros,
un ínfimo vocablo
que fuera generoso
pero cómo te cuesta
abrir la boca

Mentí el otro día cuando pecaba de frío
mientras el sol caía a pedazos.

Te esperaba desnuda

Pero tan breves fueron los espasmos
como devastador el entresijo
atrincherado en la piel.

Aquel día de pobres ataduras
yace bajo la tapia del silencio

Mitos sobre la memoria

Recuerdo cada esquina de tu casa
el patio de colores, las puertas movedizas
la fuente de agua cantarina
y el dorado balcón de las palomas.

Recuerdo cómo las abejas
hacían colmenas de tus manos
y la dulzura de aquellos días
de entrega y de placer.

Cómo olvidar el pozo de tus ojos,
el sabor de tu boca,
la templanza de tu abrazo;
recuerdo tanto que hasta olvidé
donde fue que escondí tu nombre.

¿Qué te parece?

La otra noche inundaste mis sueños

Y fue tanta la humedad
que una línea de sal
marcó mis pantorrillas

y pensé en darte un nombre
uno distinto,
que no se revelara al pronunciarlo
un nombre de vocales clandestinas.

Espera

Y sin evitarlo
me encuentro esperando
los giros de tu boca,
que con cálculo impreciso
se debate entre claros y oscuros,
a la espera del único error
que nos lleva al dulce destierro
de primaveras rotas.

Claridad

Seamos francos.

Usted no quiere que guarde silencio,
quiere oírme gritar gozosos improperios
salidos de una boca
que no pareciera ser la mía,
asáltela y serán suyas
mi lengua de contorsionista
y mi garganta aguerrida.

A cambio pediría
que se descubra sin miedo
para que no se me vaya la vida
bordando filigranas con sueños imprecisos
quiero en frente soltarle la estampida
de fieras que me pisotean el pecho.
Preciso que me clave la mirada,
que sus ojos no bajen la guardia,
maldigo el fastidioso afán
por silenciar el alma.

Tu Imagen

Al filo de esta noche en mi desvelo
busco tu imagen, dulce compañera
para alejar el insufrible vicio
de la espera.

Tu imagen se pasea en mi ventana
y alza el vuelo risueña, cantarina,
me estremece con su aleteo suave
me fascina.

Intento capturarla y me sonríe
y se posa en mi frente alucinada
para dejar un beso primoroso
en mi almohada

Tiernamente se ovilla entre mis labios
dulcemente reposa entre mis versos
dejándome en un beso diminuto
su universo.

Travesía

Traza una línea imaginaria
entre mis piernas
y aventúrate en mi desnudez,
descifra sus palpitaciones

Paraliza tu brújula,
y sonríe
llegaste al puerto de los deseos.

Colmena Rota

A aquella negra de azuladas trenzas
a la flaca marmórea quebradiza
a la tirana pelirroja encasillada
a todas y a las que olvido
les traigo una terrible noticia:

¡La colmena se ha roto en pedazos!

Cuánta tristeza zumba por el aire,
cuánto ámbar cristaliza todo el suelo;
enloquecidas beben del fracaso
con el sello indeleble de la muerte.

Pobre de la chascona lisonjera
que derramó la miel entre sus pechos
empalagosa toda ella, ramplona.
Más pobre aún la reina pudibunda
cuyo nombre sonaba a clavicordio
disonante, perdido en el espacio.

(Tómese en cuenta el tono de mi voz,
la pulcra rigidez de mi postura
y el espesor cerúleo que me cubre.
Nótese la viveza de mis ojos
la vanidosa curva de mis labios
y entre las manos viva la certeza
de que jamás el aire fue tan puro
y el suelo más cristalino)

Rabia

Al filo de la rabia que me rasga
recurro a la palabra

Amarra de una vez aquellos perros que ocultas
en la oscura esquina donde suelo perderme,
dales de comer carne de oveja nueva,
de la incauta
de la que nada entiende.

Puede ser que se aleje el miedo
de pasar por tu reja entreabierta
seguir de largo,
y mirarlos de frente,
sin provocaciones
para que no me den alcance.

Septiembre

Cayeron piedras, lágrimas y fuego
ráfagas de viento y metralla.

Cuerpos inertes
quedaron repartidos
a la vera del camino.

Hombres, nonatos, madres y futuros.

Lamentos de pobreza en un dialecto
que no logré entender
que pese a estar en mí
esos clamores no me lo evocaron.

Anuncio de Lluvia

Vuela un aroma de aguacero
y fieros ramalazos
despiertan a un roble solitario
que duerme en la pradera.

Los jinetes del sur relucen
sus negras vestiduras,
y sus potros de oscura espuma
irrumpen con violencia
en los llanos del cielo.

Ha detonado un fuego de artificio
una flamígera ballesta
ha malherido al día,
que en un lamento
vierte toda su pena contenida.

Manifiesto

Soy responsable
milímetro a milímetro
del aire que entra en mis pulmones.
Notablemente son lo único
virgen que me queda.

Desalojo

Tal como fue previsto
el desalojo entró para quedarse,
renuente a la idea
concebida en un sueño de amapolas.

(Narcótica visión, minusválida
de cuerpo entero,
frágil como un soplo
breve como el aroma)

Amanece, una lágrima de fuego
horada el velo de la noche
y el vacío se extiende con el gesto
de tu espalda cortando el horizonte.

Casa

La casa se desviste
lentamente
y tiembla con el frío
estancado en sus muros.
Sus ventanas
son lágrimas
que agrietan los dinteles
y sus puertas
son bocas
de comisuras negras
que opacan
el recuerdo
de las noches estrelladas.
El hogar ha perdido su fragancia
y una lívida sombra
se adueña del espacio
y el eco
de la eterna tristeza
retumba
por los rincones.
La casa se resiste
a derramar
lágrimas de yeso
ha perdido la voz
se han secado sus ojos
y se le ha derrumbado
el temple
de toda su estructura.

Otoño

Aquí yace
un manojo de hojas secas
que el viento le arrancó al verano,
Barridas como lágrimas
entre campanas fueron a su tumba.

Aquel día, unas cuantas lagartijas
corrieron calle abajo
escondiendo sus colas
por temor a perder el rumbo
y a caer en la inconsecuencia.

Casa Nueva

Esta casa respira
y se ilumina
rebosada en el sol
que la engalana.
Sus latidos convocan
los trinos de las aves
y los colores de las mariposas
que alborotan de paz
su corazón.

Las flores que la habitan
portan el dulce aroma
de la dicha
que entra por las ventanas
impregnando hasta el último rincón.
Esta casa despierta
y se renueva en cada palpitar
estremeciendo los cimientos.
Esta casa respira
y en cada bocanada
sus pulmones se llenan
de energía.