Cayeron piedras, lágrimas y fuego
ráfagas de viento y metralla.
Cuerpos inertes
quedaron repartidos
a la vera del camino.
Hombres, nonatos, madres y futuros.
Lamentos de pobreza en un dialecto
que no logré entender
que pese a estar en mí
esos clamores no me lo evocaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario