jueves, 22 de octubre de 2009

Septiembre

Cayeron piedras, lágrimas y fuego
ráfagas de viento y metralla.

Cuerpos inertes
quedaron repartidos
a la vera del camino.

Hombres, nonatos, madres y futuros.

Lamentos de pobreza en un dialecto
que no logré entender
que pese a estar en mí
esos clamores no me lo evocaron.

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