jueves, 22 de octubre de 2009

Alumbramiento

a Rosario Bersabé Montes, mi amiga del otro lado del charco


Serena está la noche,

callado el lago que la espera.

Sobre el volcán un punto,
apenas perceptible, se abre camino
saludando a la estrella del oriente.

De pronto el cielo se ha poblado
de rosas y guirnaldas.

Ha nacido ¡Radiante, majestuosa!
y el lago quiere ser espejo
que por un breve espacio
sublime su hermosura.

2 comentarios:

Rosario Bersabé Montes dijo...

Este poema es bellísimo, gracias María Isabel por dedicármelo. Es un orgullo para mi ver dicha dedicatoria en tu hermoso libro. Un abrazo desde el otro lado del charco.

Rosario Sánchez Cubelo (Gadeira) dijo...

Preciosa tu poesía para Rosario, Isabel. De alguna forma con tu texto ella forma parte de tus paisajes y eso debe dar una enorme alegría al corazón de nuestra amiga.
Un abrazo para ambas.El que es para ti, como el de Rosario, recíbelo desde el otro lado del charco;que a mi astigitana le pego una voz y ya me escucha jajjaja
Besitos.