miércoles, 5 de marzo de 2008

Gabriela

Con esa risa que cascabelea
en el aire. Con esa turbulencia
que provocan sus ojos descubiertos
y ese andar de sirena distraída
enciende las mejillas del ocaso…

y aunque todo el océano se agite
y las gaviotas vuelen de cabeza
Gabriela no se entera, sólo mira
y transita ligera, indiferente
aunque el mundo se ponga de rodillas.

2 comentarios:

ValentinaCArrozzi dijo...

esta Gabriela se parece tanto a su madre.. andas de diosas olímpicas heridas de humanidad... Eso es ser dignas, mierda!

Adri dijo...

Preciosa Gabriela!