Gabriela
Con esa risa que cascabelea
en el aire. Con esa turbulencia
que provocan sus ojos descubiertos
y ese andar de sirena distraída
enciende las mejillas del ocaso…
y aunque todo el océano se agite
y las gaviotas vuelen de cabeza
Gabriela no se entera, sólo mira
y transita ligera, indiferente
aunque el mundo se ponga de rodillas.
2 comentarios:
esta Gabriela se parece tanto a su madre.. andas de diosas olímpicas heridas de humanidad... Eso es ser dignas, mierda!
Preciosa Gabriela!
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