lunes, 12 de mayo de 2014

Arce Japonés


Un árbol despeinado por el viento
cuyas hojas se aferran al verano
y el nítido recuerdo de aquel día
cuando, con ojos largos, su historia
pediste que narrara.
Hacía un frío de barranco
que agrandaba la noche entre nosotros
y yo con mi habitual torpeza
no supe que decir.
Plantaste una raíz entre mis hombros
y no fue necesario despeinar un poema
de hojas amarillas,
sólo el bálsamo del silencio

pudo poetizar.

No hay comentarios: